LA SUPERACION LLEGA CUANDO DEJAS DE SENTIRTE ALGO Y COMIENZAS A SENTIRTE PERSONA.
La mañana que descubrí que durante años había sido algo,
envuelta en sueños y fantasías, buscando lo que todos buscamos con ardiente
deseo, amor, pero llego el día cruel en el que supe ver que el amor que yo encontré
estaba intoxicado, que más que apoyo y seguridad me había anulado de tal manera
que entre criada y ramera es lo que me hacia sentir.
Benditos golpes que aquel día recibí, paliza soberana y
cruel, que con dolor y desgarro la venda de la costumbre de convivir y pensar
que tal mentira es amor, consiguió que me cayera. Una vez abrí los ojos una vez
salí del hospital comprendí que había un mundo, un mundo que yo conocía de
joven y que en los últimos años pasaba por mi lado siendo yo invisible.
Ese día comprendí que ya dejaba de ser algo, ese día, si
ese. Me contemple desnuda ante el espejo de mi dormitorio, los hematomas en
brazos y piernas, el pecho izquierdo desgarrado y desprendido y aquella voz que
no podía borrar de mi mente –“ en la cara no te voy a dar, me lo aconsejo mi
amigo ”, …… que ironía, durante veinte minutos contemple mi imagen, al mismo
tiempo que observaba pasar los minutos en el reloj, no sabia si estaba llorando
o riendo, las lagrimas no paraban de salir y no sabia bien que hacer, llevaba
años con él y desde hacia cuatro, antes de tomar la niña la comunión había
empezado esto, al principio empujones y algún pellizco, más tarde fue
aumentando, difícil de comprender, yo lo quería y pensaba que él también, cada
vez los golpes fueron con más frecuencia, insultos y descréditos aderezaban las
palizas, la vida no tenía sentido, como mi marido, él que debía protegernos
hacia eso, llegue a justificarlo, está deprimido, no sabe lo que quiere.
Recuerdo como un puñal la frase de mi hija, en su inocencia
y sufrimiento, no puedo olvidar la noche en la que acariciándome la cara me
dijo: “mama duérmete que estas cansada, si viene a pegarte te aviso”. Fue allí
donde comprendí que debía de plantar cara y enfrentarme al que se había
convertido en un peligro, en verdugo de emociones para nosotras pues ya le había
levantado la mano incluso a la niña, 17 de agosto del 2005, bendigo esos
golpes, bendigo aquella paliza pues de no ser por ella no se que hubiera
pasado, yo ingrese en el hospital y a el se lo llevaron esposado.
Ante el espejo desnuda y llena de golpes comprendí que el
fin de los días de ser algo ya habían pasado, que debía de continuar y de
comenzar pues yo debía ser alguien no simplemente algo.
Nadie sabemos lo que se vive detrás de la puerta de una
casa, solo lo saben los que en ella viven, hablar es fácil pasarlo no, respeta
a las personas que sufren o sufrieron malos tratos y recuerda que muchas
perdieron su vida en situaciones como la que yo viví, respeta y se prudente en
tus comentarios pues no sabes que vueltas dará tu vida.
Mi imagen física fue reflejo y testigo de mis etapas
emocionales.
Yo sufrí malos tratos continuados durante más de cuatro
años.
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